Archive | noviembre 2011

the walking dead area

Si paseas por la avenida del Monte Igueldo, tras pasar el bulevar y entrar en la parte estrecha de la calle -adiós, mercado de Puente de Vallecas-, uno observa establecimientos, tiendas y algún solar pendiente de construcción.

En la mayoría de los casos, los solares que jalonan la calle están tapados con tupidos cercos o con vallas de aluminio que impiden el paso. Se supone que es territorio para construir en un futuro y que hay que mantenerlo limpio y cuidado.

Pero no siempre es así. Como se puede ver en la fotografía superior,  el solar de la imagen está completamente abandonado. La toma gráfica,  realizada desde la calle Santa Julia, muestra que han tirado la valla y personas sin escrúpulos han depositado basura con alegría y alborozo. Un asco y una muestra más de la habitual falta de civismo.  Del lado de Monte Igueldo, parece que el terreno está cuidado y tapado, ya que permanece la valla verde. Pero, desde la esquina del aparcamiento de Mercadona, se ve todo el pastel.

Algunos vecinos espabilados llaman a la zona «The walking dead», como la serie estrenada, en su segunda temporada, por la Sexta. Y tiene algo de razón: al margen de la pésima imagen de barrio, alguna vez que otra, ha aparecido algún yonqui entre las basuras con pinta de viaje estelar.

Reflexión: Ahora que van a  cerrar la sala de consumo supervisado de drogas, la narcosala, de Villa de Vallecas en las Barranquillas,  los caminantes pueden encontrar refugio en este lugar, más céntrico, sucio y sin asistencia. Un paso más hacia la excelencia zombie. Y en inglés queda muy molón y de actualidad: the walking dead area.

desde la aldea de Astérix

El PP ha conseguido el mejor resultado de su historia con una mayoría absoluta de 186 diputados. El PSOE, por su parte, ha tenido el peor dato electoral desde los inicios de la Transición democrática , 110 frente a los 169 de la anterior legislatura.

Practicamente, toda España se ha teñido del azul popular. En la ciudad de Madrid, gobernada por la derecha desde 1989, el PP ha conseguido 875.987 votos, el 51,51 % del total. El PSOE ha sufrido una derrota histórica con 437.688 papeletas -el 25,73%-.

Por Tutatis

De los 21 distritos de la capital, el PSOE solo ha ganado en uno de ellos: Puente de Vallecas. Este barrio donde se encuentra nuestra avenida de Monte Igueldo se parece, cada vez más, a esa aldea gala donde Astérix y Obélix resistían a la dominación romana.

Hace cinco años, el PSOE obtuvo la victoria en ocho distritos, todos en el sur de la ciudad. Ahora, rodeado por gaviotas azules, Puente de Vallecas, uno de los barrios más castigados por la crisis, se mantiene fiel a un socialismo en retirada. Eso sí, los socialistas han perdido 25.000 votos y han pasado de tener en 2008 el 55,7 % de las papeletas vallecanas a quedarse con el 38,9 %, en favor de IU y UPyD.

A la espera de la pócima mágica para Astérix, el vallecano, esperamos que el nuevo gobierno no castigue al barrio por no sumarse al tsunami popular. ¡Victoria! ¡Ita diis placuit!

ejército enemigo

Eran unas zapatillas blancas, bastantes nuevas, con un logo ilocalizable. Ni Nike ni Adidas ni Converse. No conozco muchas más firmas de calzado deportivo. Reebok. No era ninguna de ésas.

Colgaban de uno de los cables que cruza mi calle, gracias a los cordones, atados a los del par contrario. Imaginé la trayectoria de las zapatillas, emparejadas, ascendiendo desde la altura de las manos de un hombre hasta algo más arriba del cable, bajando luego con acierto (el tipo lo habría intentado más de una vez) sobre el tendido, doblándolo un momento, provocando el bamboleo del cable, hasta la inmovilidad final, como de perchero eléctrico.

Me irrité.

Me irrité y me cambie la bolsa del chino de mano. Pensé en tirar los cuadernos contra las zapatillas, allí en lo alto de mi cielo pisoteado, uno a uno, hasta derrocar el colgajo gamberro. Tenía cinco oportunidades. Tenía un solo motivo: las zapatillas en el cable me daban asco.

Desde hacía años, el centro de la ciudad se había llegado de esta suerte de propuesta artística. En numerosas calles, numerosos cables mostraban ese inopinado fruto zapatero. Algunas veces, se acumulaban los pares de zapatos y zapatillas, y el cable así ornado parecía un escaparate deconstruido, un expositor en el cielo, versión mutante del contenido que tras un cristal ofrecía la tienda de debajo, la tienda de un poco más allá, la tienda de la vuelta de la esquina. Eran zonas comerciales, modernas, juveniles, y todo en ellas confluía en la suave mezcla de un consumo festivo.

Nunca me indignó ningún cable con calzado en el centro de la ciudad, en los parterres del ocio. Había bares, chicas, turistas, cajas registradoras, borracheras perdonables. Había cantantes, escritores, actores, diseñadores, modelos y mucha gente que parecía modelo, escritor, diseñador, escritor, modelo. Todos eran personas con vidas en las que unas zapatillas colgadas de un cable resultan apropiadas. Todos eran sospechosos de haber suspendido aquel par cuando no miraban. Hasta hoy mismo me imaginé alguna vez descalzándome y donando al aire mis zapatos anodinos, vueltos de pronto pieza de museo, de revista urbana, de documental de tendencias.

Pero en mi barrio nunca había visto esa extraña conjunción de cobre y cuero y, parado allí, en mitad de mi calle, aquella colgadura sorprendente, con su casi inapreciable oscilación pendular, me resultaba sórdida y sucia, insultante.

Parecía una persona ahorcada.

– Hijos de puta- balbucí.

Alberto Olmos «Ejército enemigo». Ed. Mondadori. Barcelona 2011

Incluimos un extracto de la última novela del escritor Alberto Olmos. Describe la estúpida y popular manía de colgar zapatillas de los cables de luz que cruzan calles. En este caso, las fotografías están tomadas en la avenida del Monte Igueldo, a la altura del número 84.

buscando votantes y candidatos

Subimos a la portada de este post un cartel electoral de Cayo Lara, el número uno de la lista de IU por Madrid. No es por interés político ni nada por el estilo: es, simplemente, por ser la única candidatura que aparece publicitada en la avenida del Monte Igueldo.

A pesar de que el distrito de Puente Vallecas permanece como un bastión del PSOE en la ciudad de Madrid. A pesar de  que el barrio ha dado ilustres candidatos y cargos al socialismo español…a pesar de las encuestas, la marca del PSOE no aparece en nuestra calle. Hay que acercarse a la avenida de la Albufera para encontrar el cartel de Rubalcaba.

No se lo tenemos en cuenta. Lo de los cartelitos ya no es moderno como interné. Al fin y al cabo, la avenida está llena de carteles anti-sistema o de partidos sin representación parlamentaria salvo IU. Es lo que tiene vivir en una gran ciudad. Los carteles electorales son para los turistas, no para los votantes.

 Y esto es cierto, como diría Mariano. El candidato popular aparece en nuestra calle, al final, en la esquina con la avenida de San Diego. Está en un gran cartel que mira hacia los viajeros que desde el tren atraviesan Vallecas. Ese, se supone, que será su target -objetivo- electoral. Todo muy popular.

Sin embargo, como puede verse en la fotografía inferior, debajo del cartel que anima al voto por el Partido Popular, una empresa de contactos se suma a la fiebre electoral. La combinación es rara: ¿sexo? ¿política? ¿mayoría? ¿cambio? Así no es extraño el número de indecisos.

la funda de la moto

No es fácil de distinguir. Entre otras cosas, por su originalidad. En esta fotografía se puede observar una parte de una motocicleta: el manillar y un colorido depósito de gasolina.

Como se puede ver, el estampado no tiene desperdicio; flores con fondo marrón, anaranjados, ligeros amarillos…el clásico dibujo «setentas» con tela dura y, aparentemente, impermeable. Y cubre desde el depósito hasta el culo del asiento del motorista. Da color y protege el vehículo.

Aquí tienen la moto a toda página. Brillante, diferenciada, con estilo propio. Y, sobre todo, cubierta con una funda cuidada y con personalidad. Desde hace un par de meses, por las tardes/noches se encuentra aparcada en la acera, a la altura del cutre-parque infantil de la avenida del Monte Igueldo, en la esquina con la casa pintada.

Es la nota de color pop para esta calle y para este otoño gris, triste y, bastante, miserable.Por su diseño y espíritu, sin duda, merece esta entrada en el blog. RUUNNNNNNNNNNNN!!!!!

prensa diaria en la avenida

¡Por fin! Ya hay un sitio donde se vende la prensa diaria en la avenida del Monte Igueldo. Sí, basta con mirar la fotografía para adivinarlo: la gasolinera. Está al final de la calle, casi en la avenida de San Diego, pero es el único lugar donde, por la mañana, puedes comprar prensa en papel.

Hace diez años, esta avenida -de más de un kilómetro- tenía tres puntos de venta de periódicos. Al inicio, casi en el bulevar había un quiosco bastante animado. Después, a media calle, otro puesto, bien surtido, que estaba junto al cutre parque infantil. Por último, la gasolinera vendía diarios y revistas porno. De esta forma, a principios del siglo XXI, los vecinos podían comprar papel en la calle.

Crisis de la prensa libre

A medida que la década iba tomando años, desaparecían los vendedores de papel. Primero y sin aviso, el quiosco del medio de la calle; a continuación, la gasolinera dejó el negocio de prensa. Y, por ultimo, la malhumorada quiosquera del inicio de la avenida se jubiló y cayó el último estandarte de la información diaria de Monte Igueldo.

Nadie se extrañó. ¿Quién compra periódicos? ¿Quién leen la actualidad en papel? Era y es el signo de los tiempos. Poco beneficio para un producto que, pese a las promociones, no tenía mucha salida. Los diarios gratuitos y, por supuesto, la información en la red acabó con el negocio.

O casi. Veremos si la gasolinera mantiene el tipo. Al fin y al cabo, se supone que no es mucho dinero pero es un servicio más para el vecino o el automovilista que, por si fuera poco, promete algunos centimillos. Aquí, en el blog, estamos locos de contento. ¡Ya era hora!