Archive | noviembre 2010

nieve de otoño

Esta fue la primera nevada de la temporada en Madrid. Ayer, en torno a las doce de la mañana, empezaron a caer copos sobre la ciudad. Esta imagen pertenece a la avenida de Monte Igueldo a la altura del número 82. Parece que intenta cuajar pero es agua-nieve y no lo consigue. No importa. La previsión de tiempo para toda la semana nos permite imaginar una ciudad nevada. ¡A abrigarse!

una gran dama blanca

Ya se ha desvelado el secreto. Durante meses, esta era la imagen de un inmueble en construcción en Monte Igueldo, esquina calle Robles, frente al número 27 de la ya popular avenida. Obreros, cortes de tráfico, aceras con andamios y ruidos; esas fueron algunas de las incomodidades que sufrieron los vecinos durante la larga  construcción.

El edificio anterior, de dos plantas, había sido derribado en 2008 y, durante 2009 y todo este año,  la actividad ha sido frenética.  Pese al movimiento, muchos nos preguntábamos si, por la crisis inmobiliaria, acabarían la obra.

  

Cuando han quitado los andamios, han desaparecido las dudas. De momento, sigue en obras pero ya son de carácter interno y ahora se trata de colocar los inmuebles. Según algunas informaciones, ya está apalabrado el uso del local comercial aunque no ha trascendido el tipo de establecimiento y su actividad.  De los pisos, nada se sabe salvo que están en venta o alquiler.

Dicho lo dicho, estamos ante un nuevo vecino o, mejor dicho, una gran dama blanca. Bienvenida a Monte Igueldo.

barrio dignidad

Madridiario ha publicado esta semana un artículo que repasa, brevemente, la historia del barrio. Incluimos el enlace en este blog para recordar y reafirmar nuestra condición de vecinos.  Y elevar la moral en estos momentos de dificultad para los vallecanos.

grafitero pillado in fraganti

A la luz del día. Con brocha gorda y pintura verde. Sin chandal ni ropa deportiva pero con la misma actitud: pintar en la pared. Otro grafiti en Monte Igueldo. En frente del bar Frutos, en la mitad de la avenida.

La acción puede ser explicada. Lo que está pintando en la pared de este local comercial es un número de teléfono y la frase «Se alquila». Los inquilinos que ocupaban esta tienda de productos latinos han abandonado el negocio y el propietario del inmueble apuesta por la publicidad directa. Nada de internet ni redes sociales.

a la espera de los perritos

Pronto, en Monte Igueldo, en el número 52, se abre un establecimiento de perritos calientes.

Así lo destaca un cartel en uno de los bares de la cadena del centro de Madrid. Uno de nuestros corresponsales captó el anuncio y avisó de la noticia. Seguiremos informando.

el azul del océano en los mapas

«El azul del océano en los mapas». Este verso de Pedro Salinas me lleva dando vueltas en la cabeza desde que ayer recuperé el libro «La voz a ti debida«. Lo regalaba el periódico Público y lo agarré sin dudarlo.

El libro está lleno de metáforas brillantes, de versos encendidos, claros, con fuerza, atrevidos y  vitales, dedicados a un amor presente y pleno. Increíble, apasionado. Casi adolescente, amargo.

No sé. Todavía permanezco perturbado por  la imagen de ese azul que se esconde en los océanos;  de esos mapas mentirosos que colgaban con chinchetas en las paredes de los colegios públicos. Del mar lejano de Monte Igueldo.

 

calles oscuras, malas calles

 Efectivamente, nosotros tampoco vemos nada. Se trata de la avenida de Monte Igueldo ayer noche. No sólo llegó el frío y la lluvia, también la oscuridad.

Ayer, ya por la mañana, diversos tramos de la avenida amanecieron sin luz de las farolas. Ya por la noche, los caminantes nocturnos pudieron comprobar que en algunas manzanas y calles adyacentes sólo habían sombras.

No sabemos si se trata de una medida de ahorro de urgencia del ayuntamiento de Madrid. Es una solución: la luz ha subido una barbaridad y tiene la deuda es la más grande de España.

Puede ser, incluso, que algunas partes de la calle se consideren del ministerio de Fomento –como pasa con la M-40– y Gallardón no esté dispuesto a pagar la factura. Incluso, se nos ocurre que, ante el auge de la novela negra y policiaca, después de éxito de Getafe Negro, el ayuntamiento haya decidido abrir unas jornadas nocturnas sobre este género literario en el barrio.  Dejarnos sin luz es el primer capítulo.

Aunque parezca otro caso de misterio para el inspector Monteigueldo, nos tememos que se trata de otra chapuza/ error de la compañía de la luz. No es la primera vez que sufrimos estos apagones y la impunidad con la que se manejan las Eléctricas no facilita ni la denuncia ni el cabreo.

Después dirán que en Vallecas hay malas calles. No, los verdaderos sinvergüerzas nos dejan sin luz y cotizan en bolsa.

salvemos el aire de Radio Vallekas

La histórica radio libre del barrio tiene los días contados. Según denuncian desde su página web, Radio Vallekas se ha quedado casi sin fondos públicos -subvenciones de la Comunidad y el Ayuntamiento- y la nueva Ley Audiovisual limita el futuro de este tipo de emisoras.

Para evitar el cierre, la radio, junto a amigos y simpatizantes, ha organizado un concierto este próximo sábado en la sala Gruta 77 con el fin de recaudar fondos para mantenerse a flote. Será el primero de una serie de actos que reivindiquen el valor social de esta emisora y su necesaria continuidad. Desde aquí, todo el apoyo. Y seguiremos informando.

el rayo en el camino

Despistados estábamos. Nunca fuimos muy amigos del Jefe pero es verdad que ha captado lo que muchos sienten en la derrota diaria, en el extrarradio de la vida. Esta canción es un buen ejemplo de ello.

La canción habla de esa carretera que abre el camino hacia la libertad. Y de esas cosas bonitas.

Coincide esta selección con el lanzamiento de un triple CD-DVD de Bruce de cara a las Navidades. Hay que levantar la temporada y, como dijimos el otro día, la banda sigue en la carretera. Como un rayo, en la avenida de Monte Igueldo.

las paredes hablan

A veces hay que ir directamente al grano. Esta superpintada está en la calle Melquiades Biencinto, a 10 metros de la avenida de Monte Igueldo. Y no puede ser más explícita.

La pared, que cubre un solar abandonado al final de la calle de Melquiades,  mide dos metros de alto por ocho de largo. A primera vista, el autor de la pintada se ha esmerado -letras blancas sobre fondo negro- y no ha dejado una firma muy reconocible.

La ausencia de la tilde ortográfica o la desaparición de la «D» en «JODIA» aumentan la fuerza de este grito en la pared. Todo un mensaje para vecinos, visitantes y turistas que pasean por el Monte Igueldo de Madrid.

 Ya lo dijo el «jodío» Camilo José Cela: «No es lo mismo estar jodido que estar jodiendo«. Pues, por aquí, la gente está más con lo primero. Lástima.