otro cuento de Navidad

Ese hombre sentado en la esquina derecha de la fotografía está vendiendo libros en la calle. Sobre una caja de cartón, presenta su material literario a precios que oscilan entre uno y tres euros.

Día tras día, en el mercado clandestino de la avenida de Monte Igueldo, este «librero» traslada la cultura a la misma calle y la pone al alcance de todos. Para algún experto pedante, se trata de un agente cultural furtivo.

  Pocos vecinos se acercan. Al fin y al cabo, son libros. No se trata de camisetas piratas de fútbol o de cargadores de móviles; no, es papel con palabras.

El negocio no parece muy boyante pero ya lleva más de dos años merodeando por la zona y exponiendo su género. Y sé de algún vecino que le ha comprado libros.

Son malos tiempos para el mundo editorial y sus autores (así se quejaba el escritor Javier Marías en su columna habitual, este fin de semana, en un dominical madrileño) y, como es lógico, también para sus vendedores.

Nuestro vecino de la foto vive cada día luchando contra el frío, escapando de la policía municipal o evitando malas compañías.

Este un humilde vendedor de libros de segunda mano se merece una historia navideña. Es un reflejo veraz de un tiempo revuelto, duro y difícil. Es un metáfora de la cultura a pie de calle y de lucha por la supervivencia.

Por todo ello y mucho más ¡Feliz Navidad!

¡feliz monte igueldo!

El monte Igueldo de San Sebastián (País Vasco/ España) es, desde hoy mismo, un nuevo municipio, un pueblo con nombre propio: Igeldo.

Se trata de la población número 89 de la provincia de Gipuzkoa, un enclave de 10,4 kilómetros, 1.074 habitantes y tres estrellas Michelin.

Desde hoy, día 18 de diciembre, dejará de pertenecer a San Sebastián, cumpliendo así con un viejo deseo de parte de sus habitantes y del propio alcalde de Donosti, Juan Karlos Izaguirre (Bildu), quien antes de ser primer edil presidió la asociación Itxas Aurre, que ha sido la impulsora del proceso de separación de este enclave.

Esta separación es independencia. Anoche, muchos vecinos del pueblo salieron a calle a celebrar con alegría su nuevo estatus ciudadano. La fotografía inferior captada de la televisión así lo demuestra.

Tras la segregación, algunos volverán con la habitual matraca (el conflicto y el derecho a decidir) y otros tendrán más sentido común y bajarán los impuestos. Es una opinión de vecino que comparte su alegría pero no su ubicación.

Por eso, sin darle más vueltas, sus amigos de Madrid, los de Monte Igueldo Blog, felicitamos a nuestros compañeros de Igeldo. Y proponemos un hermanamiento con nuestra calle vallecana : la avenida de Monte Igueldo del Puente de Vallecas, Madrid.

¡Feliz Independencia!